
Esta localidad conserva en buen estado una gran variedad tipológica de viviendas de estilo tradicional, que le valieron su reconocimiento como uno de los pueblos más bellos de España en 1983.
Situado en una zona de valle, junto al río Nansa, y protegida por los vientos del Norte y del Este por el pico Hugón, encontramos una de las localidades con más población del municipio de Rionansa, con un gran conjunto urbano, quizás, a causa de su gran trayectoria histórica.
En su entorno existen vestigios suficientes que afirman la larga ocupación humana de este territorio. En concreto, sabemos qué hace más de 17.000 años, la cueva de El Porquerizo, declarada Bien de Interés Cultural en 2005 y ubicada sobre el río Nansa, fue ocupada por hombres y mujeres prehistóricos que dejaron muestra de su paso en las paredes de la cavidad. Por otro lado, el estudio de su topónimo es muestra de su pasado y se asocia a un posible origen antroponímico y romano, del nombre Caelius. A pesar de estas teorías, no tendremos referencias documentales escritas hasta el siglo XI, cuando el monasterio de San Pedro en el Valdéceles es entregado al de Santa Eulalia en Cabuérniga.
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Durante los siglos XVII y XVIII este núcleo va a vivir su mayor esplendor gracias a la llegada de capital procedente del Nuevo Mundo, destacando el papel de personajes como Domingo Sánchez de la Campa Celis, que en el siglo XVIII mando construir la ermita del Carmen en el barrio de Las Arenas; o, Juan Gutiérrez Rubín de Celis, gran benefactor de la Iglesia de San Roque y San Jacinto, construida en 1661 para atender la queja de los vecinos por tener que desplazarse hasta San Pedro. También, se atribuye a este último personaje la primera traída de aguas desde la fuente de La Toja hasta la plaza de Celis, la construcción del puente de La Herrería, declarado Bien de Interés Local en 2004, y de una escuela de primaria con vivienda para el maestro y su familia, en este mismo barrio, su lugar de nacimiento.


