
Esta pequeña localidad de Herrerías, cuyo origen se remonta al siglo XII, conserva tanto en sus edificios como en sus celebraciones un aire histórico.
La localidad contó con una torre de vigilancia de época altomedieval, de la que únicamente se conserva unas piedras del arranque,situada junto al camino histórico que venía de San Vicente de la Barquera, con el objetivo de controlar el valle del Nansa con el resto de torres. Esta última torre se asocia con “La Casona”, situada en el centro del pueblo y que, en origen, debió de ser una casa fuerte con torre. Mientras que, en el barrio de Pieño, situado en la parte baja del pueblo y junto al río Nansa, existió también una casa-fuerte de la familia Rubín de Celis, construida sobre una antigua torre defensiva, cuya labor era controlar el paso en barca a la otra orilla, hacia Cabanzón.
Entre su patrimonio arquitectónico religioso se conservan en pie dos edificaciones, la ermita del Cristo de los Remedios y la iglesia de Santa María. En lo que se refiere al templo principal del lugar, la iglesia de Santa María fue construida en el siglo XV y reconstruida en el siglo XVII. Y, a pesar de ello, conserva elementos de época gótica en la cabecera del templo y, en su entorno, donde se ubicó una necrópolis medieval, de la que aun nos queda un arcosolio funerario.


Existe una gran devoción entorno al Cristo de los Remedios que se encuentra en el interior de la ermita a la que da nombre, construida en el siglo XVII. Sobre este santo, cuenta la leyenda que un soldado francés, emplazado a España tras la invasión napoleónica, durante la Guerra de Independencia, perdió la vida tras caerle un brazo de la escultura del santo Cristo, mientras intentaban descolgar la escultura del retablo para arrojarla a una hoguera que habían prendido en el exterior del templo.
Uno de los personajes más relevantes de la localidad es el conocido como "Zurdo de Bielva" un importante jugador de bolos, campeón de España durante la II República.
