Situado junto al antiguo camino que iba a Castilla, Correpoco esconde un interesante patrimonio histórico y artístico, pero a su vez está activamente afectado por un proceso geológico.

El nombre de Correpoco, curiosamente, nos da la primera pista de que se trata de un pueblo en movimiento. Este núcleo se asienta sobre una ladera de fuerte pendiente, que ha sufrido varios deslizamientos de tipo rotacional (Gráfico de la derecha).


Actualmente se encuentra activo, presentando un proceso de movimiento de reptación o movimiento lento de la ladera (varios cm al año). Estos deslizamientos se deben básicamente a que, la capa superior de terreno o sustrato sobre el que se asienta el pueblo y su espacio productivo, está a su vez descansando sobre otra capa/estrato, rocoso e impermeable, con una inclinación bastante notable. Este hecho hace que al llover, el agua se vaya infiltrando y empapando el sustrato superior hasta casi saturarse, generándose una pequeña película de agua en la zona de contacto entre las dos capas de suelo, lo cual favorece el desplazamiento de sustrato superior sobre el inferior.


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