Dentro de la Mancomunidad Saja Nansa nos encontramos con algunas de las playas más importantes de nuestra región. La diversidad de nuestro territorio también es visible en la costa, gracias a la cual el viajero puede disfrutar desde extensos arenales con imponentes sistemas dunares hasta pequeñas calas enclavadas entre frondosa vegetación, abiertas al Cantábrico o protegidas por las rías, pero todas ellas de una belleza excepcional.
Los visitantes se sorprenderán, ya que podrán elegir entre la tranquilidad de playas como la de Berellín, Fuentes o El Sable y las imponentes extensiones de Merón u Oyambre, de la accesibilidad de unas al aislamiento de otras, de las aguas más sosegadas de las rías a las juguetonas olas del mar abierto.
Teniendo como telón de fondo los Picos de Europa, praderías, dunas o acantilados, podemos sentirnos orgullosos de la magistral conservación de nuestros arenales, contando con certificados de calidad como la ISO 14001 y la Q de Calidad en el caso de la Playa de Merón. Asimismo todas ellas se encuentran enclavadas dentro del LIC (Lugar de Interés Comunitario) “Rías Occidentales y Duna de Oyambre”, figura de protección que se solapa en parte del territorio con el Parque Natural de Oyambre.
Cabe destacar la importancia que los deportes acuáticos están adquiriendo en las últimas décadas, siendo especialmente notable la práctica del surf. Tanto la playa de Merón como la Oyambre atraen a multitud de surfistas a lo largo de todo el año, por este motivo numerosas escuelas de surf están asentadas en sus inmediaciones dando muestra de la calidad que tienen sus olas.
Es importante reseñar la singularidad que tienen las mareas en el Mar Cantábrico; la marea sube y baja cada seis horas aproximadamente, es decir, dos veces al día hay pleamar y dos bajamar. La variación es tan significativa que la anchura de las playas varía notablemente, siendo en el caso de las calas más notable ya que en pleamar prácticamente desaparece la arena.