Este río es un Espacio Natural Protegido, con la categoría de Lugar de Importancia Comunitaria. Según la Red Natura 2000 existen 10 taxones de fauna de especial interés, tres hábitats prioritarios y 11 de especial interés. El bosque de ribera ha experimentado en los últimos años un crecimiento debido a que ha dejado de ser interesante para la población la extracción de recursos en este medio.
Uno de los mayores problemas con los que se encuentra este río es la gran intervención que ha sufrido desde la década de los 40 del siglo pasado, con tres embalses (Cohilla, La Lastra y Palombera) y cuatro centrales eléctricas en las que destaca la que queda a la altura de Caviedes por el entorno el que está emplazado. Estas infraestructuras interrumpen una y otra vez la continuidad del corredor fluvial haciendo perder calidad de las aguas alrededor de ellos y que va recuperando río abajo. La calidad de las aguas se va a deber en mayor medida a la pérdida de caudal, perdiendo una gran capacidad de absorber la contaminación agraria y de los vertidos de la población.
Este hecho es complicado de solventar en la actualidad puesto que las presas siguen en funcionamiento. Es posible que deba ser prioridad diversas actuaciones que vuelvan a naturalizar este espacio tan intervenido y que figura como Espacio Natural Protegido.
Historia
La explotación de este río por el hombre ha sido histórica, además de aprovecharse de la pesca y de los recursos forestales de la ribera, aparecen desde el siglo XV, edificaciones ligadas a este aprovechamiento hidráulico, donde diferentes fuentes históricas ponen de manifiesto la existencia de al menos ocho ferrerías distribuidas por toda la cuenca del Nansa, desde Cosío hasta Val de San Vicente. Todavía se conservan vestigios de este aprovechamiento, como la rehabilitada ferrería de Cades, la de Cosio y molinos en Rábago o Muñorrodero.
Otro de los usos históricos que presenta el agua del Nansa es el medicinal, el principal vestigio lo encontramos en las ruinas del balneario de la Brezosa situado entre Puentenansa y Cosío, ambos núcleos pertenecientes al municipio de Rionansa. Asociada al balneario podemos encontrar, la terma de agua sulfurosa actualmente en desuso, que se localiza a pocos metros de las ruinas con propiedades medicinales. Ha sido tradicionalmente utilizada como remedio para infecciones cutáneas o enfermedades relacionadas con la piel.