La iglesia de Santa Eulalia se enclava en el barrio de Villanueva en la localidad cabuérniga de Terán.
Edificio de planta rectangular, compuesto por tres naves de semejante altura y ábside poligonal, cerradas por una única cubierta a cuatro aguas. Adosado al conjunto principal aparecen: a los pies una torre-campanario de cinco alturas, en la fachada sur, un atrio de grandes dimensiones con cubierta a tres aguas y en la fachada este la sacristía con cubierta a tres aguas.
Está construida en piedra de mampostería con sillares en los esquinales, contrafuertes, vanos, torre-campanario y fachada principal.
El interior se resuelve a modo de planta salón, con los techos cubiertos de grandes bóvedas de crucería que descansan sobre imponentes pilares de piedra de base rectangular y están rematadas con claves decoradas con motivos vegetales. A los pies de la nave central construido íntegramente en madera, se levanta un coro de considerables dimensiones, donde se ubica un impresionante órgano del siglo XIX. El ábside de planta poligonal está cubierto al igual que el resto del edificio por una bóveda de crucería y en él destaca un gran retablo salomónico del siglo XVIII. Por último, llama también la atención unos lienzos versión Murillo de Santas Justa y Rufina y la singular factura del baptisterio.
La fábrica actual de este templo es del siglo XVIII, aunque existen referencias a que se construyó sobre un monasterio mucho anterior. Su propia advocación a una mártir visigótica o, posterior, la referencia de su unión con el monasterio de San Pedro de Otero, del año 1090, da fe de su antigüedad. Con el paso del tiempo el templo va a ir creciendo y cambiando, irá dejando atrás su origen monasterial para reconvertirse en Parroquia y centro religioso, cultural, político y social del valle. La parroquia de Terán y la castañera, van a ser el punto de encuentro del concejo de la Feligresía de Santa Eulalia que agrupaba a los núcleos de Renedo, Selores, Terán, Valle y Sopeña.