Adentrándonos en esta impactante e impresionante garganta, podremos observar una de las singularidades geológicas más curiosas de nuestra Comarca.

La Hoz de Bejo, además de ser un lugar de sobrecogedora belleza constituye un interesante lugar desde el punto de vista geológico. En este lugar podemos ver de forma clara toda una serie de materiales del Triásico inferior, principalmente areniscas, conglomerados y arcillas, depositados hace 245-250 millones de años. Todos ellos son materiales detríticos, es decir, rocas sedimentarias formadas por restos de otras rocas transportados, en este caso por el agua de ríos y lagunas. Una de las grandes singularidades de esta serie es su considerable espesor, el cual se estima entorno a unos 700-800 metros, algo que en este punto concreto podemos ver de forma más o menos clara. Puede decirse por tanto, que se trata de uno de los afloramientos de materiales del Triásico Inferior y Permotrías más importante de toda la región.


Desde la zona del Embalse de la Cohilla, podemos ver los diferentes estratos de materiales dispuestos en láminas muy bien definidas y bastante fragmentados, dispuestos de forma oblicua hundiéndose hacia el Sur y elevándose hacía el Norte. Todos estos materiales que se fueron depositando horizontalmente en ríos, cuencas fluviales y lagunas hace unos 250 millones de años, cuando el clima de esta región era mucho más cálido y húmedo (casi tropical). Posteriormente, a lo largo del Jurásico (hace 140 millones de años), del Cretácico (hace unos 70 millones de años) e incluso del Paleógeno (hace unos 24 millones de años), sobre estos materiales se depositaron más materiales sedimentarios de tipo calcáreo, gran parte de ellos de origen marino, dejando completamente sepultados los materiales detríticos del triásico.


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