Esta localidad de Cabuérniga conserva la estructura, distribución y arquitectura tradicional de la aldea montañesa. Además, posee singulares y hermosos ejemplos de casonas, cuadras y casas en hilera enmarcadas en un paisaje de belleza sin igual donde aún se distinguen claramente los antiguos espacios productivos, tomando en este caso una especial relevancia las mieses y las huertas. Todo ello le valió su declaración como Conjunto Histórico en el año 2004.
Por otro lado, su situación, entre la confluencia del arroyo Rubial con el río Saja, ocasiona que se encuentra expuesto a las riadas, que lo han afectado periódicamente a lo largo de su historia y han ocasionado la destrucción de algunas viviendas, hecho que, quizás, se relaciona con que la edificaciones del Barrio de Arriba, en su mayor parte, hayan sido levantadas en el siglo XVIII.
A pesar de ello, en esta parte de la localidad, nos podemos encontrar con grandes ejemplos como la conocida como “Fonda de Valle”, la casa-torre con corralada que fuera residencia de Augusto González de Linares o la reconstruida iglesia de San Pedro, que recuerda la advocación inicial de un antiguo templo que sucumbió a los efectos de las aguas. En cambio, el otro barrio, conocido como “de Abajo”, no tan influenciado por las crecidas del citado arroyo, conserva claros ejemplos de la arquitectura montañesa y del largo bagaje histórico de la localidad, con hileras de 4 o 5 casas llanas